1. Busca encontrar un lugar donde te sientas seguro y cómodo, un espacio con luz suave y música relajante.
2. Llena tus pulmones de aire fresco y exhala lentamente. Con cada respiración siente que estás relajando tu cuerpo y mente.
3. Imagina una luz brillante que entra por la parte superior de tu cabeza, emitiendo un hermoso brillo violeta que se extiende a través de tu cuerpo curando todas tus heridas emocionales.
4. Ahora imagina que estás rodeado por campos de energía cristalina, llenándote de sensaciones de calma y tranquilidad. Deja que la energía cristalina te envuelva completamente en su camino hacia tu corazón, curando las emociones olvidadas guardadas dentro de ti mismo desde hace mucho tiempo.
5. Repite este mantra para ti mismo: «Soy libre para sanar mi alma con amor incondicional». Siéntete abierto a todas las formas en que esta afirmación se manifiestará en tu vida diaria.
6. Finalmente, cuando estés listo para salir de la meditación, siente el amor incondicional que has recibido durante la meditación para sanar el alma y permite que sea lo último en lo que pienses antes de regresar lentamente a la consciencia plena