Tercer pilar de la salud: “El alimento emocional” (Edición básica)

Tercer pilar de la salud: “El  alimento  emocional” (Edición básica)

 EL tercer pilar de la salud, implica el alimento emocional., el manejo de nuestras emociones, el control del estrés y el autocontrol mental, que nos permite lograr el Equilibrio exacto entre cuerpo, mente y espíritu.

La salud no sólo comprende el aspecto físico de nuestro cuerpo, sino también involucra a nuestro estado mental.

Se ha comprobado, que muchas enfermedades provienen de un déficit del manejo de nuestras emociones. Es así como una persona que atraviesa una depresión es más propensa a contraer enfermedades de diversa índole que aquella que se encuentra anímicamente optimista. Esto se debe, a que nuestro estado mental, es capaz de revolucionar por completo el funcionamiento de nuestro cuerpo, subiendo o bajando las defensas que este posee.

 Veámoslo de esta manera: Nuestro cuerpo funciona gracias a un combustible muy importante: el alimento. Pero dicho alimento se presenta de diversas formas tales como: el alimento orgánico y el alimento emocional. Si alguno de los dos alimentos falla o presenta carencias, nuestro cuerpo se manifiesta provocando malestar.

 El estrés es un vil ejemplo de la falta de alimento emocional. Cuando estamos estresados, podemos sentirnos débiles, apáticos, malhumorados y hasta podemos enfermarnos físicamente.

 Estas son las razones, por las que para encontrarnos plenamente saludables, debemos también ocuparnos de nuestra salud emocional. Pero cuando hablamos de sanar, controlar o alimentar nuestro estado emocional, no significa que intentaremos reprimir aquellas emociones negativas, sino que nos enfocaremos en regular nuestro estado anímico en general, modificando positivamente nuestras emociones, para que nos ayuden a conseguir una perfecta salud integral.

 El odio, la ira, la angustia, el resentimiento y la envidia, son otros de los venenos emocionales con los que convivimos a diario, que en ocasiones suelen ser difíciles de sobrellevar. Pero para comenzar a alinear nuestros pensamientos con nuestros sentimientos y así MUTAR en personas integralmente saludables, debemos seguir una serie de simples normas que podrán ayudarnos a comenzar a alimentar nuestras emociones:

 Cuidado con las relaciones. Si bien muchas personas de nuestro entorno emanan energías positivas, otras se encuentran en un estado pesimista constante. Es fundamental identificarlas y apartarlas de nuestro camino, con el fin de mejorar nuestro estado emocional.

 Aire nuevo, emociones nuevas. Está comprobado que los espacios al aire libre son capaces de transformar por completo nuestra energía, haciéndonos ver las cosas desde otra perspectiva. Un paseo por el parque acompañado de música clásica o relajante es capaz de hacer milagros en nuestras emociones.

Recordar momentos maravillosos. Una excelente terapia a la hora de sentirnos pesimistas es recordar momentos muy felices o graciosos de nuestra vida, cada vez que nos sintamos deprimidos.

 Bailar, reír, llorar. No importa de qué manera manifestemos nuestras emociones, lo importante es manifestarlas. Esto ayudará a sanar heridas, prolongar momentos felices y andar siempre por la vida con una sonrisa.

Encontrar el antónimo. Cuando por nuestra mente transiten malos pensamientos que nos hagan sentir tristes o enojados, lo mejor es reconocerlos y encontrar el pensamiento opuesto. De esta forma, nuestra mente intentará por si sola encontrar una respuesta positiva, cada vez que sienta emociones negativas.

No olvidemos nunca que nuestra mente debe ser alimentada positivamente. Porque nuestras emociones son uno de los pilares de la salud, que junto al resto de los pilares, nos ayudarán a vivir en plenitud y perfectamente saludables.

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